Aunque parezca mentira hay trucos increíbles con cosas realmente fútiles y que tenemos al alcance a diario. Dicho de otra forma, no necesitamos una máquina de esferificaciones o una máquina que nos cree espuma de nuestros alimentos de toda la vida.
Hoy os traigo algunos trucos con algo que seguramente tenemos siempre en casa como es el té. Esas hojas que tan bien nos entran en una infusión pero con las que os aseguraréis multiplicar los sabores de tu cocina. Empezamos:
- Huevos duros aromatizados con té
Sé que no te lo crees. Yo tampoco me lo creía hasta que mi vecina me lo contó una vez, me invitó a su casa a probarlo y la verdad es que no pude más que darle la razón. La cocción es realmente sencilla; cocemos los huevos de la forma tradicional. Después le damos unos golpes a la cáscara y sumergimos el huevo en té hervido antes de pelarlos completamente. Asombroso.
- Más sabor para las sopar y caldos
Es una idea muy oriental. Yo lo he hecho varias veces y a mis peques les gusta mucho porque da un sabor totalmente distinto y (dependiendo del té) algo dulzón. La idea es añadir un vaso de té ya hervido en un bol con arroz, salmón, verduras, setas,… Después de verter el té, ya se puede tomar.
- Para cocinar al vapor
Cocinar al vapor nos aporta muchos nutrientes y es realmente sana, aunque a veces hecho solo con agua puede quedar un tanto insípido. Así pues, el té que es una infusión de una hierba maravillosa, nos aportará ese sabor que echábamos de menos. Podemos utilizar varios tés, aunque aquí mi preferido es el earl grey.
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